La iglesia se encuentra disponible en las ocasiones solemnes en la vida, pero tiene también importancia para nuestras necesidades diarias de reflexión, paz, espiritualidad y diálogo. La forma que la Iglesia tiene de vivir su fe ha cambiado a través de su historia milenaria, pero su función siempre ha sido la misma: ser un lugar de encuentro entre las personas y entre las personas y Dios.
Iglesia evangélica y Luterana
Las construcciones eclesiásticas, antiguas y nuevas, son testigos de la larga presencia en nuestro país de la fe cristiana. Hoy en día la Iglesia Sueca es una iglesia evangélica y luterana.
Evangélica debido a que su fundamento és el evangelio de la Biblia, o sea, el relato sobre la vida, muerte y resurección de Jesús. Luterana porque surge de la Reforma del religioso alemán Martin Lutero en 1517.
MILLONES DE PERSONAS
6,1 millones de personas en nuestro país pertenecen a la Iglesia Sueca. No existe ninguna exigencia de que se debe ser un feligrés regular o de que se debe tener una fe sólida para ser miembro o miembra. La membresía expresa la voluntad de una persona de tener afinidad con la Iglesia Sueca. Muchas personas se acercan a la Iglesia Sueca en distintas fechas religiosas del año, así como en los acontecimientos importantes de la vida. Estas son ocasiones en las cuales expresamos nuestra comunión mútua, y nuestra comunión con Dios, ya sea por medio de momentos de alegría o de dolor.
El bautismo, la confirmación, la boda y el entierro son ocasiones en las que muchas personas participan en las celebraciones y cultos de la Iglesia Sueca. Además, los cultos ofrecen la posibilidad de compartir momentos de alegría, de pena, de esperanza o de duda.
Los cultos
Los cultos son el núcleo de la vida de la Iglesia Sueca y su función es ser un lugar de encuentro entre Dios y las personas. Existen muchas formas diferentes de cultos, además de la misa que se celebra en la mañana del Domingo. Algunos ejemplos son: culto musical, culto para familias y cultos con temas específicos. Todas las personas son bienvenidas a todos los cultos, incluso las personas que no pertenecen a la Iglesia Sueca. En el culto se leen textos de la Biblia y se predica sobre su significado concreto en la vida hoy y aquí. Celebrar la eucaristía en la misa es compartir el vino y el pan como una señal de unión con Jesucristo y con todas las personas cristianas del mundo.
Los niños y niñas
A través del bautismo se introduce a las personas en la Iglesia Sueca y en la comunidad cristiana. Todos los niños y niñas recién nacidos cuyo padre o madre, o ambos, pertenezcan a la Iglesia Sueca son invitados por su parroquia al ser bautizados. También se pueden bautizar los niños y las niñas cuyos padres no pertenezcan a la Iglesia Sueca. El bautismo puede realizarse más tarde , p.ej. en el momento de la confirmación, así como también en edad adulta. Los padres pueden comunicar su deseo de que sus hijos o hijas pertenezcan a la Iglesia Sueca en espera de bautismo. También una persona adulta puede expresar su voluntad de pertenecer a la Iglesia Sueca sin estar aún bautizada.
La ciudadanía sueca no proporciona automáticamente el ingreso en la Iglesia Sueca, pero los que estén bautizados en otra iglesia cristiana sólo necesitan comunicar su deseo de pertenecer a la Iglesia Sueca.
Los niños y jóvenes constituyen una parte importante de la Iglesia Sueca. Muchos niños se reunen en los centros de preescolar de libre acceso y en actividades infantiles de la iglesia. Cuando los niños se hacen mayores el período de confirmación ofrece la oportunidad a los adolescentes de discutir las grandes preguntas de la vida y de aprender más sobre la fe cristiana. Lo más frecuente es que se celebre la confirmación a la edad de 14-15 años, pero también los adultos pueden ser confirmados.
Casamiento
Más de la mitad de todas las parejas que se casan eligen hacerlo en la Iglesia Sueca. Para que la boda pueda tener lugar debe alguno de los cónyuges pertenecer a la Iglesia Sueca.
Funerales
Aquel que pertenece a la Iglesia Sueca tiene derecho a tener su funeral según el orden de la Iglesia Sueca. Un criterio usado es que la persona que no pertenece a la Iglesia Sueca haya manifestado su deseo de no tener un funeral religioso. A pesar de ello, si existen razones especiales, se puede de todas formas celebrar un funeral religioso. La Iglesia Sueca es responsable de los funerales en casi todo el país. Esto no significa que la Iglesia Sueca se encargue del entierro de todas las personas, sino que La Iglesia Sueca se responsabiliza de que todos puedan tener acceso a un local para el funeral y a un lugar de entierro, independientemente de la pertenencia religiosa. El oficio del funeral es gratuito para aquellos que pertenezcan a la iglesia.
Una Iglesia popular y democrática
La Iglesia Sueca es una iglesia popular y democrática, es una iglesia abierta, en la que todas las personas son bienvenidas a participar, tomar iniciativas y compartir responsabilidades. Las personas miembros de la Iglesia Sueca son las que eligen las personas para ocupan cargos de decisión, mediante elecciones eclesiásticas cada cuatro años. La actividad tiene ámbito nacional y se realiza en primer lugar en las aproximadamente 2200 parroquias que cubren todo el país. Aquel que pertenece a la Iglesia Sueca pertenece también a la parroquia de donde reside.
La persona que és miembro de la Iglesia Sueca paga una cuota eclesiástica. La cuota eclesiástica financia la actividad de la iglesia en un 80 por ciento más o menos. Alrededor de un 40 por ciento se destina a la actividad de las parroquias, p. ej. gastos de los cultos, música , actividades infantiles y juveniles, diaconía (trabajo social de la iglesia) y costes de personal. Una pequeña parte de la cuota eclesiástica se utiliza para sufragar los gastos de la actividad funeraria y el resto se destina al mantenimiento y funcionamiento de las capillas y locales de las parroquias.
Una pequeña parte de la tasa eclesiástica se destina a la diócesis y al nivel nacional de la Iglesia Sueca.
Las personas que aportan su cuota eclesiástica tienen incluidos los gastos del funeral (a excepción de las personas residentes en la ciudad de Estocolmo y Tranås).
Hasta el año 2000 la iglesia Sueca fue parte del estado, y ha tenido un papel fundamental en la formación de este país y la sociedad con respecto a un sistema de bienestar y cuidado de todos los ciudadanos. La Iglesia Sueca es hoy en dia una iglesia libre con su propia reglamentación eclesiástica, pero mantiene una cooperación muy cercana con el estado sueco tanto en el trabajo social en Suecia como en un trabajo conjunto para el desarrollo internacional.
La Iglesia universal
La Iglesia Sueca forma parte de la iglesia universal y tiene amplias y profundas relaciones con iglesias de todos los continentes. A través del trabajo internacional de misión y diaconía la Iglesia Sueca coopera en pro de la justicia, la paz, la reconciliación y el desarrollo sostenible. Esto se realiza a través de proyectos y mediante el trabajo de incidencia con el fin de ser una voz social crítica.
La Iglesia Sueca no es sólo agencia de desarrollo sino quiere ser una iglesia la cual actúa en cooperación mutua con sus contrapartes con una visión integral de misión y desarrollo. Esto conlleva tres perspectivas orientadoras: la perspectiva de sustentabilidad, la perspectiva de derechos humanos y género, y la perspectiva de reconciliación. La Iglesia Sueca en el extranjero, se encuentra en más de 45 lugares del mundo y a disposición de todos los suecos que se hallen en el extranjero.
La Iglesia Sueca no es sólo agencia de desarrollo sino quiere ser una iglesia la cual actúa en cooperación mutua con sus contrapartes con una visión integral de misión y desarrollo. Esto conlleva a tres perspectivas orientadoras: la perspectiva de sustentabilidad, la perspectiva de derechos humanos y género, y la perspectiva de reconciliación. La Iglesia Sueca en el extranjero, se encuentra en más de 45 lugares del mundo y a disposición de todos los suecos que se hallen en el extranjero.