Hoy la iglesia ve la necesidad de abrir espacios en otros idiomas para las nuevas generaciones de inmigrantes. En algunas parroquias se han formado grupos de hispanohablantes para celebrar la misa o compartir la Palabra de Dios en su idioma y se espera ver más iniciativas.
Al nivel diocesano, y a veces en las parroquias, hay pastores y asesores que ofrecen apoyo a personas que viven en Suecia en espera de residencia permanente lo que durante décadas ha sido la realidad de muchos inmigrantes latinos. La Iglesia Sueca, a pesar de su nombre, está abierta para todos los pueblos en Suecia y en contra de cualquier forma de xenofobia.